Seguíamos viento en popa y de pronto un licenciado proveniente de la capital se apareció una noche -muy rara por cierto- de entre la multitud que abarrotaba el Mike’s Bar. Era un personaje de finos modales (aristocráticos) e impecable apariencia. se presentó y nos invitó a conversar para exponernos un plan soberbio y muy convincente, de momento nos dejó perplejos con su proyecto ambicioso, él era un millonario excéntrico con mucha visión, facilidad de palabra y poder de convencimiento. En menos de lo que cantara un gallo íbamos a ser artistas internacionales por que teníamos mucha madera para lograrlo y de ahí para el real. Nos prometió como dicen por ahí el cielo, las estrellas junto con la perlas de la virgen y pues aceptamos por que una oportunidad como esta solamente en las películas de Hollywood, nos llevó de viaje a Estados Unidos. Tocamos en grandes salones de su propiedad, estábamos deslumbrados por el buen trato y atención que nos daba, no había duda, ésta era una oportunidad de oro que llegaba del cielo, empezó a manejarnos como nuestro representante ya que en verdad tenía muchas influencias y poder económico. Empacamos lo que teníamos que empacar y nos llevó a la capirucha. de nuevo a esa gran ciudad solo que esta vez en otro nivel y en grande, ensayando alrededor de un mes y preparándonos exclusivamente con números musicales asignados por el mismo así como un nuevo “look” diferente vestuario tipo “psicodélico”, nos cambió todo el repertorio hasta como deberíamos de actuar y movernos en el escenario por medio de maestros en clases de ética profesional, en sí todo lo visualizó a su gusto acatamos obedientemente todas sus ordenes porque estábamos hambrientos de todo eso que nos había prometido, “Tijuana Five” estaba dejando de ser aquel grupo de jóvenes con buena vibra para convertirse en marionetas. Llegó el momento, el día para el que nos estuvimos preparando, por primera vez en Acapulco se abría una discoteque tan elegante el famoso “Tiberios” que parecía un palacio Romano con grandes columnas y sus meseros, cantineros, todo el personal con atuendos romanos, toda esa inversión de dinero hecha por el dueño del lugar (nuestro manejador y representante), él le estaba dando realidad a su sueño, un capricho o un negocio bién organizado, dinero e ideas ingeniosas y brillantes era lo que sobraba, esa noche de la inauguración fué a puerta cerrada con invitados especiales que llegaron de todas partes de México y de otras partes del mundo a la celebración del magno evento. Recuerdo entre los invitados se encontraba Maria Félix, Yul Brynner y Tony Curtis, entre otros artistas nacionales y gente importante del medio”.
A los “Tijuana Five” les fué de maravilla. A partir de ahí recibían muy buen sueldo y hospedaje en una casa grande la cual compartían en armonía la banda y algunos “secres”.
Lupillo: “Después de un tiempo la situación se tornó tediosa y aburrida por la monotonía del mismo repertorio, las mismas ropas, nos empezamos a estancar en un trabajo rutinario que era para lo cual en verdad nos querían, ya que algunos nos sentíamos atrapados en una falsa ilusión y sin salida, poco antes de rebelarnos nos separaron de viviendas poniéndonos a unos en hotel y otros en otras residencias, así fué como empezó la mala comunicación entre nosotros como banda, para no hacer más larga la historia, prácticamente nos fueron distanciando sutilmente, una parte del grupo ya con el “coco” bién lavado decidió quedarse a seguir como marionetas y borreguitos mansos a lo que el personaje mandara y dictara.
Triste y frustrado Lupillo junto con su hermano Jorge deciden regresar a Tijuana para tomar un reposo.
jueves, 14 de agosto de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario